«como el Padre me envió, también yo os envío, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo»
(Jn. 20, 21-22)«….seréis mis testigos…hasta los confines de la tierra»
(Hch. 1,8)
Los Espiritanos somos una familia específicamente misionera. Todos sus miembros estamos llamados a ser misioneros «ad gentes».
La evangelización de los «pobres» es nuestro fin. Por ello, vamos especialmente a los pueblos, grupos y personas que no escucharon aun el mensaje evangélico o apenas lo han escuchado, a aquellos cuyas necesidades son mayores y a los oprimidos.
Aceptamos también otras tareas para las cuales la Iglesia difícilmente encuentra obreros.
Hoy la Congregación del Espíritu Santo sigue estando presente en diferentes zonas del mundo.
Anunciamos el Evangelio en más de 60 países de los cinco continentes.
Los Misioneros Espiritanos españoles trabajamos, además de en nuestro propio país, en Angola, Camerún, Tanzania, y Paraguay.
¿QUÉ HACEMOS?
En tierras de misión: anunciamos el evangelio, la Buena Nueva de Jesús, entre los pueblos y grupos humanos que todavía no conocen a Cristo ni su mensaje liberador. Ése es el espíritu que nos guía en nuestra labor como misioneros. Una labor que empieza por promover la justicia, la paz, los derechos humanos, y el desarrollo integral del hombre, particularmente entre los pueblos más explotados y empobrecidos.
En nuestros países de origen: damos testimonio de la Misión en la Iglesia Local, trabajamos en parroquias confiadas a la Congregación, formamos parte del SCAM (Servicio Conjunto de Animación Misionera), colaboramos en la Iglesia Diocesana, trabajamos con Justicia y Paz, Inmigrantes, Grupos Misioneros, Animación Vocacional y formación de Jóvenes para la Misión.
Vivimos esta misión en comunidades fraternas y orantes, signo de nuestra fe y confianza en Dios y del amor que anunciamos, bajo la protección del Espíritu Santo y del Inmaculado Corazón de la Virgen María.
¿QUIERES CONOCERNOS?
Ponte en contacto con nosotros, llámanos o visita una de nuestras comunidades.